miércoles, 16 de abril de 2008

Se va Daniele

Ya se fué, ya nos acabamos de despedir con un whisky, un cigarrillo, unas palabras y un abrazo. Daniele sentado en la escalera, y yo en el umbral de la puerta de mi casa, como tantas otras veces.

"Siempre estoy cambiando de vida", me ha dicho. "No me quiero ir".

Le he regalado unos libros de cocina con esta dedicatoria: "A Daniele, el mejor vecino del mundo. Con todo mi cariño, Pere". Y Daniele, metro ochenta, brazos tatuados y musculosos, cara grande con ojos de niño travieso, tejanos y camiseta, se ha emocionado.

Lo voy a echar mucho de menos. Por todas las veces que golpeó nuestra puerta, y apareció con una pizza casera, un risotto, unas gambas o una invitación para cenar pasta. Por la vez que me pidió prestado el horno para cocinar un cochinillo entero, y luego por la noche nos lo zampamos mano a mano, con una botella de vino y otra de licor de pera húngaro.

Al día siguiente no pude ir a trabajar, pero el cochinillo siempre lo recordaremos, y el trabajo se olvida. Porque no importa, porque lo único que importa en esta vida es la amistad y la comida y otros pocos placeres.

Se va Daniele, y aquí nos quedamos huérfanos de vecino, del mejor vecino del mundo. De una de las personas más generosas que he conocido.

Nos veremos pronto, de nuevo en la isla, y los recuerdos de la boda, y nuevos recuerdos, y nuevas sonrisas.

sábado, 12 de abril de 2008

Qué es una buena película?

(la siguiente reflexión fue publicada originalmente en putogodard.blogspot.com)

¿Qué hace que consideremos que una película es buena?

Hace unos días fuimos a ver una peli con algunos de los editores de este blog. Al salir del cine, unos dijeron que la peli era una mierda, otros que no estaba mal, otras se mantenían al margen de la discusión aportando pequeños gramos de argumentos en una u otra dirección.

Antes de intentar responder a la pregunta inicial de este artículo, podemos intentar responder esta otra, quizás más sencilla por menos ambiciosa:

¿Existe algún elemento indispensable a fin de que una peli nos guste? Es decir, ¿cuál es el elemento que, si no encontramos en una peli, imposibilita que la peli nos pueda gustar? La condición necesaria, aunque no sea suficiente.

Propongo algunas alternativas:

1) Que la peli esté bien realizada

Hoy en día, parece que este elemento ha caído en desgracia. La tecnología cinematográfica es lo que los ingleses llaman una "commodity": algo a lo que todo el mundo puede tener acceso, y por lo tanto, deja de tener un valor en sí mismo.

Así pues, filmar bien, con buenos encuadres, buena música, buena fotografía, no es suficiente. La peli puede seguir siendo una mierda, porque la realización ya no es algo que juzguemos difícil.

2) Que la peli se entienda

Ciertamente, es algo deseable. ¿Podemos llegar a apreciar una peli que no entendemos? Es difícil. Sin embargo, no todas las películas tienen algo que deba entenderse. Podríamos imaginar una película muy bella, sin argumento, sin nada que deba entenderse.

Mi amigo Landiman tiene un corto muy bello de una chica que pasea en bicicleta, y luego juega con unos columpios, y camina entre las tumbas de un cementerio. No es un corto que deba "entenderse", es un corto que rinde homenaje a la belleza de esa chica, y captar la belleza es todo lo que hace falta para disfrutar del corto.

3) Que la peli nos haga pasar un buen rato

Difícilmente podremos apreciar una película que nos aburra. Esta cláusula, por lo tanto, parecería una condición indispensable.

Ahora bien, las pelis las ve alguien concreto, en un contexto concreto. Si me fumo un porrete, me lo puedo pasar bien con una peli que en otras circunstancias no me tragaría.

Si tengo ganas de masturbarme, el cine porno me encanta, pero cuando termina la eyaculación, la misma película que me entusiasmaba segundos antes, ahora me aburre.


Entonces, volviendo a la pregunta inicial, ¿qué hace que consideremos que una película es buena? Quizás la pregunta no tenga sentido. Toda tecnología, para adquirir un significado, depende de su contexto de uso. Lo mismo sucede con el cine, y acaso con toda forma de arte o entretenimiento.

Sin embargo, es un buen ejercicio reflexionar sobre el tema. Le ayuda uno a establecer unas coordenadas artificiales sobre las que situar la realidad.

miércoles, 9 de abril de 2008

A hill

Joaquin, the blogger I miss the most, wrote this (I figure) the last time he went to the hill, before leaving Berkeley:

"Farewell to a Kingdom...

It is with a great sadness that I am to leave this my kingdom forever. The courteous magestic mountains have granted me leave of the slopes of this Hill that I so hold dear. The skies of Winter have set upon us, and the path of Spring leads me somewhere else, where trees and breeze verse in different tongues.

I come to bring you this news, and I also come to tell you that even though I will be gone, this Kingdom will exist in perpetuity if not by the grasshoppers and the mosquitoes alone, then by the stories long told after many generations in the form of children's songs. So forget not your loves or your spites, for they will live on even after the last dawn comes to shove us all into the unknown.

Remember the gates that fell by the enemy's iron, never forget the foothill that makes you look upward and into the sky. Carry the story of the pub across the street, and the warmth of the candles perched high upon the street. Tell no one of the nights you spent watching the stars, refusing to count them."

It's a great piece of writing, one that makes me feel happy about the times that were, the people I met, the hills I climbed.

That hill.

We would go up there and pretend to study. We didn't have pot, but we had a pack of Camel, and a Kingdom at our feet.

And the peace.

The colour of the sky.
The green of the grass.

The ant, the notebook,
the lighter.

It won't come back, but nobody will tell you about the nights spent watching the stars, refusing to count them.