domingo, 12 de octubre de 2008

Calma

El fin de semana termina con las fotos del fin de semana. Han sido sólo dos días, y ojalá hubieran sido unos cuantos más. La calma de la casa del delta.

El sábado por la noche preparé el cigarrillo en casa, y lo fumamos camino a la orilla del mar. El cielo cubierto, y la oscuridad ocultando los charcos en la arena. Trescientos metros separan la casa del mar, trescientos metros de desierto.

El viento es un fluido que me permite tener los pies en la tierra. Camino empujado por su fuerza, y contra su fuerza, y pienso en Joaquin y sus enseñanzas sobre cómo encender un cigarrillo en mitad de un vendaval.

El mar respira en la conversación repetitiva de las olas, indiferente a nuestras respuestas. Una y otra vez las mismas palabras, y sin embargo no podemos dejar de escucharlas.

Bajo los pies un suelo de arena infinita. Lejos, muy lejos, apenas se dibujan las luces del mundo urbanizado.

La calma es un estado subjetivo, y cuando puedes compartirla sabes que has encontrado a la persona adecuada. Contigo siento la calma, y también con vosotros, junto al Sena en París o junto al mar en el delta. A veces en Barcelona, en el banquito de la calle Tamarit o en la playa de la Barceloneta.

La vida en la ciudad es por lo general insulsa y poco usable, como internet. Hacer cualquier cosa es innecesariamente complicado, y además la mayoría de cosas que hacemos no nos apetecen, y todo el mundo queda demasiado cerca y al mismo tiempo muy lejos.

En la casa del delta el placer de estar vivo es suficiente para tener una vida plena.

Sólo faltas tú, pero no tengo prisa.

lunes, 6 de octubre de 2008

Cuentos chinos

Hoy me han mandado el siguiente proverbio chino: "Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa". La verdad es que si tengo que cambiar el mundo, mejor no me de tres vueltas por casa, porque está tan sucia que no me quedaría tiempo en la vida para nada más que para limpiarla. Así que mejor me cambio de casa, y me pongo a cambiar el mundo.

Ante ayer: Ojo avizor. "Avizor", para quién no lo sepa, es un gaje. Un gaje es toda aquella palabra que sólo pronunciamos junto a otra. Por ejemplo, "avizor", palabra que sólo utilizamos junto a "ojo" cuando hablamos. Me lo contó Pablo Martín, un tipo con unos ojos azules que te tiran para atrás. Hay quién dice que pertenece al colectivo autobombo, pero yo nunca lo he visto por ahí.

Hoy, algo estresado, de nuevo. Hacía tiempo que no lo estaba. Pero a las 7 he dicho basta y me he metido en el gimnasio con landiman, un tipo que quiere conocer el pueblo donde vivió Arquímedes. Y que me ha pedido que mire vídeos de tíos con tetas, cosa que todavía no termino de digerir. Por supuesto mi nivel de estrés ha bajado considerablemente mientras peladeaba a cuarenta kilómetros por hora por una cuesta de nivel 5. Es decir una bajada, porque hay 20 niveles.

Miércoles y jueves, Madrid. Me da pereza. Necesito unos días para volver a aprender, para no tener que producir sólo para los demás.

Hoy noticias. El reverendo Peter Mullen, capellán de la Bolsa de Valores de Londres, ha declarado que los homosexuales deberían llevar advertencias tatuadas en su cuerpo, como las cajas de cigarrillos. En su barbilla deberían llevar tatuado "la felación mata", y en su espalda "la sodomía puede perjudicar a su salud". Ante el revuelo causado por la noticia, el reverendo ha dicho que "todo era una broma". A mí me parece un reverendo genial. Humor inglés del fino.