domingo, 1 de noviembre de 2009

El peso de las cosas

A veces pienso en retomar este blog. En volver a escribir a menudo. Hoy incluso le he cambiado el aspecto, como si lavarle la cara pudiera reactivar su espíritu cotidiano.

Supongo que el hecho de haber comenzado este blog hace ya más de séis años provoca que no siempre me sienta del todo a gusto escribiendo aquí.

O quizás porque ya no me gusta tanto como antes compartir mi yo con el mundo.

Últimamente, disfruto leyendo libros y mirando fotografías. Sin la necesidad de compartir nada con nadie con las redes virtuales mediantes.

Mi personaje en internet es cada vez más activo en mis círculos profesionales, y menos en este blog, que durante tantos años fue espejo de algunos episodios de mi vida y de mis múltiples mentes (que no amantes).

Me pregunto si es bueno, o malo, normal o extraño, o si da igual.

De momento, regreso con la cara lavada, y el resto lo dejo en manos de nadie, es decir, en manos de todos.

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