lunes, 26 de septiembre de 2005
Not in the mood at all
I'm not in the mood at all, I just don't want to go to work tomorrow. Fuck, and I stay up late cause I know that when I get into bed, I'll be, in a way, already in tomorrow, already on the way to the office. Because my way to the office begins when I get in bed: if I don't have to work the following morning, oh man, I go to bed in a very different way.
For the last three days I've slept like a pig. I suppose this explains why I'm so not in the mood at all to go to work tomorrow. To morrow, whatever morrow means.
(for those of you readers of only the english chronicles: the previous two posts, in Spanish, have been way more philosophical than this one... though this one is quite philosophical as well, if you think about it)
For the last three days I've slept like a pig. I suppose this explains why I'm so not in the mood at all to go to work tomorrow. To morrow, whatever morrow means.
(for those of you readers of only the english chronicles: the previous two posts, in Spanish, have been way more philosophical than this one... though this one is quite philosophical as well, if you think about it)
sábado, 24 de septiembre de 2005
Finalmente, el misterio
Hoy he releído otra vez episodios de este blog, y finalmente, me quedo con el comentario del día en que fui a ver Melinda y Melinda a la filmoteca por segunda vez. Me obsesiona un diálogo de la película: una lágrima cae por la mejilla de Melinda, y Ellis le pregunta si es una lágrima de felicidad o de tristeza. Y Melinda responde: ¿acaso no es la misma lágrima?
Me parece que este es el único misterio de la vida que vale la pena explorar. La felicidad y la tristeza a un mismo tiempo es el gran tema de mi vida últimamente, el lugar donde parezco haberme instalado definitivamente. La materia y la antimateria, el blanco y el negro, el ying y el yang, la felicidad y la tristeza, la cara y la cruz, la soledad y la compañía.
Es curiosa nuestra obsesión por buscar dualidades en todo. Parece que la unicidad nos espanta, o la consideramos incompleta, cuando en realidad es todo lo contrario. Tristeza y felicidad nos son más que meras abstracciones que construímos a modo de sistema de coordenadas que nos ayuden a navegar por el mundo.
Por eso, quizás, nos espanta tanto el tiempo. Por que por definición, el tiempo es uno y único, y avanza siempre en la misma dirección. Que no exista el contrario del tiempo, igual que el negro es el contrario del blanco, nos aturde porque otorga un significado único a nuestras vidas: vivir hasta morir, y el tiempo como nexo entre la existencia y la nada, entre la consciencia y la inconsciencia.
Ahora, mientras fumo, pienso que el secreto quizás sea aceptar naturalmente la dualidad de las cosas, y de algún modo esto es lo mismo que negar la existencia de tal dualidad. Felicidad y tristeza no son dualidades, son una única lágrima.
Como bien nos dice Melinda, no existen lágrimas de tristeza o lágrimas de felicidad. En primer lugar, porque se puede ser muy feliz expulsando lágrimas de tristeza; en segundo lugar, porque la felicidad y la tristeza pertenecen a una realidad diferente, acaso superior, de la lágrima.
El problema es que nosotros pertenecemos a la misma realidad que la lágrima, la realidad de las cosas, digamos. Y lo que nos confunde es que, siendo como somos simples cosas, seamos capaces de tocar esa otra realidad, la realidad de la felicidad y la tristeza, la realidad del deseo, de los sentimientos, la realidad etérea.
Y no estamos acostumbrados a mezclar realidades diferentes. No, eso va contra el método científico, ese maldito método que hemos interiorizado tanto que nos hemos olvidado que se trata de un simple método. Un método que excluye la realidad del sentimiento, y que por lo tanto lo desprecia. Causa y efecto, ensayo y error.
Por eso, Jacques, no aceptaste el I Ching, porque las únicas matemáticas que incluye son las del azar. Pero recuerda: el método científico es sólo un método. Es útil, es cierto, pero no deja de ser una opinión limitada, como toda opinion, por la boca de quién la pronuncia.
El pensamiento ecológico, por ejemplo, no se fija en los componentes químicos de las hojas, si no que ve las hojas de los árboles de un bosque como parte de un sistema y de un mundo, en perpétua conexión e intercambio con el medio. El método científico acaba dándole nombre a cada molécula, a cada átomo de las hojas de los árboles del bosque. El método sistémico, ecológico, acaba advirtiendo del fin de los bosques en un mundo capitalista industrializado.
Intentemos olvidar la causa y el efecto, la tristeza y la felicidad, así, aislados. Aceptemos, aunque duela, que no existe felicidad sin tristeza, tristeza sin felicidad. Se trata sólo de conceptos, palabras, instrumentos que nos sirven para conectar con una realidad que no existe.
Entonces, quizás, podré inventar un nuevo concepto que incluya felicidad y tristeza a un tiempo, sueño y ganas de estar despierto, amistad y ganas de besarte, camino y encrucijada, tabaco y marihuana. Esa nueva realidad soy yo, bueno como diría Ingrid, soy yo y los que me rodean, lo que me rodea. Esa realidad es mi mundo, mi existencia, y son también las realidades que percibo a través de la mía, mezcladas con la mía, las realidades de quienes conozco, y de mis otros yoes.
Aprender a vivir es aprender que la realidad puede ser tan simple como queramos. Durante este año 2005 he aprendido que el amor es una forma de vencer la soledad. Pero esto no lo hace menos hermoso, más bien al contrario: es lo más hermoso que existe. No estar solo, pertenecer al mundo, como una música: ser.
Me parece que este es el único misterio de la vida que vale la pena explorar. La felicidad y la tristeza a un mismo tiempo es el gran tema de mi vida últimamente, el lugar donde parezco haberme instalado definitivamente. La materia y la antimateria, el blanco y el negro, el ying y el yang, la felicidad y la tristeza, la cara y la cruz, la soledad y la compañía.
Es curiosa nuestra obsesión por buscar dualidades en todo. Parece que la unicidad nos espanta, o la consideramos incompleta, cuando en realidad es todo lo contrario. Tristeza y felicidad nos son más que meras abstracciones que construímos a modo de sistema de coordenadas que nos ayuden a navegar por el mundo.
Por eso, quizás, nos espanta tanto el tiempo. Por que por definición, el tiempo es uno y único, y avanza siempre en la misma dirección. Que no exista el contrario del tiempo, igual que el negro es el contrario del blanco, nos aturde porque otorga un significado único a nuestras vidas: vivir hasta morir, y el tiempo como nexo entre la existencia y la nada, entre la consciencia y la inconsciencia.
Ahora, mientras fumo, pienso que el secreto quizás sea aceptar naturalmente la dualidad de las cosas, y de algún modo esto es lo mismo que negar la existencia de tal dualidad. Felicidad y tristeza no son dualidades, son una única lágrima.
Como bien nos dice Melinda, no existen lágrimas de tristeza o lágrimas de felicidad. En primer lugar, porque se puede ser muy feliz expulsando lágrimas de tristeza; en segundo lugar, porque la felicidad y la tristeza pertenecen a una realidad diferente, acaso superior, de la lágrima.
El problema es que nosotros pertenecemos a la misma realidad que la lágrima, la realidad de las cosas, digamos. Y lo que nos confunde es que, siendo como somos simples cosas, seamos capaces de tocar esa otra realidad, la realidad de la felicidad y la tristeza, la realidad del deseo, de los sentimientos, la realidad etérea.
Y no estamos acostumbrados a mezclar realidades diferentes. No, eso va contra el método científico, ese maldito método que hemos interiorizado tanto que nos hemos olvidado que se trata de un simple método. Un método que excluye la realidad del sentimiento, y que por lo tanto lo desprecia. Causa y efecto, ensayo y error.
Por eso, Jacques, no aceptaste el I Ching, porque las únicas matemáticas que incluye son las del azar. Pero recuerda: el método científico es sólo un método. Es útil, es cierto, pero no deja de ser una opinión limitada, como toda opinion, por la boca de quién la pronuncia.
El pensamiento ecológico, por ejemplo, no se fija en los componentes químicos de las hojas, si no que ve las hojas de los árboles de un bosque como parte de un sistema y de un mundo, en perpétua conexión e intercambio con el medio. El método científico acaba dándole nombre a cada molécula, a cada átomo de las hojas de los árboles del bosque. El método sistémico, ecológico, acaba advirtiendo del fin de los bosques en un mundo capitalista industrializado.
Intentemos olvidar la causa y el efecto, la tristeza y la felicidad, así, aislados. Aceptemos, aunque duela, que no existe felicidad sin tristeza, tristeza sin felicidad. Se trata sólo de conceptos, palabras, instrumentos que nos sirven para conectar con una realidad que no existe.
Entonces, quizás, podré inventar un nuevo concepto que incluya felicidad y tristeza a un tiempo, sueño y ganas de estar despierto, amistad y ganas de besarte, camino y encrucijada, tabaco y marihuana. Esa nueva realidad soy yo, bueno como diría Ingrid, soy yo y los que me rodean, lo que me rodea. Esa realidad es mi mundo, mi existencia, y son también las realidades que percibo a través de la mía, mezcladas con la mía, las realidades de quienes conozco, y de mis otros yoes.
Aprender a vivir es aprender que la realidad puede ser tan simple como queramos. Durante este año 2005 he aprendido que el amor es una forma de vencer la soledad. Pero esto no lo hace menos hermoso, más bien al contrario: es lo más hermoso que existe. No estar solo, pertenecer al mundo, como una música: ser.
viernes, 23 de septiembre de 2005
Alma de noche, noche de alma
El I Ching habló, y nos dejó a todos tocados, especialmente a vosotros dos, que entrastéis de nuevo en la espiral del deseo que no sabe encontrar un nombre. Estabáis hermosos, pero apagados, y os dije adiós y vi una piel de sufrimiento consentido.
Habló con joaquin en el messenger, y recuerdo la noche de Oaxaca, Mexico. En la ventana del messenger, estoy en Oaxaca, en la del blogger, estoy a tu lado.
Puedo admirar cosas tan simples como el hacer unos panes con tomate. Fué de las cosas lindas de la noche, verte frotar el pan con tomate, en unas rebanadas rectangulares de las que aún quedan en la cocina.
Luego vuelta aquí, tras la noche larga, y tras abrazarte unos segundos antes de decir adiós. Creo, quizás, que me he equivocado, y que debí tratar de entenderte. Ya no recuerdo a quién te conoció, hace apenas unos meses, ya no lo recuerdo. Sé lo que pensaba, pero no acierto a comprender, porque ya no soy yo aunque siga siendo yo.
He pensado, camino a casa y tras mear en el primer árbol que encontré tras verte marchar escaleras abajo, he pensado en como te quise entonces y como te quiero ahora. Muy diferente, todavía no definido, quizás pensado camino a casa y entonces, entonces una pareja haciendo el amor en un coche, o quizás eran una puta y un penúltimo cliente.
Te quiero como un abrazo que hubiera querido más largo para decirte lo que ahora digo, o para pensar lo que ahora digo mientras intento decirlo a través de un abrazo de letras. Me permitiste, seguramente sin saberlo, sacar a relucir algunos de mis miedos y miserias favoritos.
Te quiero diferente, pero te quiero, y me alegro de haberme dado cuenta. Ahora te entiendo, ahora te veo como eres y no como a la persona que quise. Y es evidente, me gustas menos :) y ya no me interesa amarte, y el sentimiento que ya no siento es reemplazado por una especie de rutina más o menos interesante.
Y los misterios que puedas esconder ya no me intrigan, y soy indiferente al brillo de tus ojos, y tras no tener nada auténtico que compartir contigo te abrazo un instante y pienso que podría abrazarte hasta el amanecer, sin hacer nada, sólo así, sintiendo alguna especie de complicidad que sigue uniéndome a tí. Y luego volver a casa, exactamente como ahora. Y pensar que es bonito que, a pesar de todo, sigo fiel a un abrazo tuyo. Para mí, es suficiente para sustentar una amistad que, sigo pensando, seguirá ahí por unos años más.
Aunque no lo parezca, yo me enfrentó a mis monstruos y los venzo. Pero no quiero renunciar a un abrazo tuyo, porque ya no es necesario. Ya no.
Habló con joaquin en el messenger, y recuerdo la noche de Oaxaca, Mexico. En la ventana del messenger, estoy en Oaxaca, en la del blogger, estoy a tu lado.
Puedo admirar cosas tan simples como el hacer unos panes con tomate. Fué de las cosas lindas de la noche, verte frotar el pan con tomate, en unas rebanadas rectangulares de las que aún quedan en la cocina.
Luego vuelta aquí, tras la noche larga, y tras abrazarte unos segundos antes de decir adiós. Creo, quizás, que me he equivocado, y que debí tratar de entenderte. Ya no recuerdo a quién te conoció, hace apenas unos meses, ya no lo recuerdo. Sé lo que pensaba, pero no acierto a comprender, porque ya no soy yo aunque siga siendo yo.
He pensado, camino a casa y tras mear en el primer árbol que encontré tras verte marchar escaleras abajo, he pensado en como te quise entonces y como te quiero ahora. Muy diferente, todavía no definido, quizás pensado camino a casa y entonces, entonces una pareja haciendo el amor en un coche, o quizás eran una puta y un penúltimo cliente.
Te quiero como un abrazo que hubiera querido más largo para decirte lo que ahora digo, o para pensar lo que ahora digo mientras intento decirlo a través de un abrazo de letras. Me permitiste, seguramente sin saberlo, sacar a relucir algunos de mis miedos y miserias favoritos.
Te quiero diferente, pero te quiero, y me alegro de haberme dado cuenta. Ahora te entiendo, ahora te veo como eres y no como a la persona que quise. Y es evidente, me gustas menos :) y ya no me interesa amarte, y el sentimiento que ya no siento es reemplazado por una especie de rutina más o menos interesante.
Y los misterios que puedas esconder ya no me intrigan, y soy indiferente al brillo de tus ojos, y tras no tener nada auténtico que compartir contigo te abrazo un instante y pienso que podría abrazarte hasta el amanecer, sin hacer nada, sólo así, sintiendo alguna especie de complicidad que sigue uniéndome a tí. Y luego volver a casa, exactamente como ahora. Y pensar que es bonito que, a pesar de todo, sigo fiel a un abrazo tuyo. Para mí, es suficiente para sustentar una amistad que, sigo pensando, seguirá ahí por unos años más.
Aunque no lo parezca, yo me enfrentó a mis monstruos y los venzo. Pero no quiero renunciar a un abrazo tuyo, porque ya no es necesario. Ya no.
viernes, 16 de septiembre de 2005
My room
I finished decorating my brand new (though quite old) room. I'm happy, as simple and childish as it sounds. In fact, this week I'm feeling strangely happy and high, and I can't really find a reason: I'm getting few sleep, I'm arranging lots of things, ironing my shirts and cooking to the highest standards.
But I feel so well: I wake up in the morning and greet the daylight with a smile. And I go to work and get a sandwich and a coffee with milk, and I don't seem to need anything else to get on working and kidding with my colleagues.
Maybe the secret is that Marylin Monroe awaits, always there, when I enter my brand new (though quite old) room:
But I feel so well: I wake up in the morning and greet the daylight with a smile. And I go to work and get a sandwich and a coffee with milk, and I don't seem to need anything else to get on working and kidding with my colleagues.
Maybe the secret is that Marylin Monroe awaits, always there, when I enter my brand new (though quite old) room:
Symmetry
martes, 13 de septiembre de 2005
New computer
Don't worry, good old laptop (aka g.o.l.) is still there, recovering. But meanwhile I got a secondhand iMac G5. Looks good, feels good. And, most important of all, it works. I'll be, hopefully, posting more now that I have a computer.
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