Fruimtan: "Somos unos yonquis. Me siento como hace un año cuando llegamos a este piso"
Landiman: "Sí, es verdad"
F: "Pero me gustó tanto esa época"
L: "Sí"
F: "¿Y te das cuenta de lo diferentes que somos? Ya no tenemos nada que ver, hemos cambiado, todo ha cambiado. Eso significa que todavía somos jóvenes."
Sí, todavía. Ahora ya no escucho a Norah Jones. Ahora, te quiero más que entonces, aunque la marihuana no sepa sacarme de la cabeza lo mucho que me asusta volver a encontrarte. Cada vez, ¿verdad? es tan diferente y sin embargo es de nuevo todo lo mismo.
No, debo pensarte sólo bajo la luna llena, esa luna llena que a Landiman le inspira un email romántico. Bajo la luna, en la casa de la playa, completamente solos, ¿sabremos reconocernos enamorados, otra vez? Como -g y -c, besándose en cada mirada encontrada, apenas íntima (ya ves que recuerdo que "apenas" se escribe junto, -m)
Yo sé que tú me dirías como esta canción de Norah que ahora suena de nuevo en el caprichoso iTunes:
What am I to you
Tell me darling true
To me you are the sea
Fast as you can be
And deep the shade of blue
what am i to you, norah jones
Debo cambiar a Madeleine Peyroux, y pensar que Billie Holiday se ha reencarnado en ella. O quizás deba dejar de etiquetar este post con voces femeninas, y retirarme a la cama, y abrazado a tu ausencia, intentar recordar tu voz.
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