Hoy la he visto, hoy la he visto y me ha mirado, hoy creo en Dios...
Bueno, y también andaba por ahí el bueno de Woody, que ustedes ya saben lo que yo lo quiero y admiro, pero es que ha sido ver las piernas de Scarlett y olvidarme de Manhattan y Annie Hall y el mundo entero.
viernes, 27 de julio de 2007
Rabobank
Mientras los periódicos escriben sobre Rasmussen y su presunto dopaje en el Tour de Francia, yo me quedo con el patrocinador del equipo: el Rabobank. No puedo pensar mejor nombre para un banco, sin duda.
jueves, 26 de julio de 2007
Elisa
Elisa llamó a las 0,45h de la noche, después de que Mariana dijera que no me entiende y se negara a dar más explicaciones, en una suerte de coito interrumpido. Elisa tiene 25 años y los ojos más fascinantes que me hayan mirado. Cuando nos conocimos había cumplido los 18, empezaba su primer año de filología inglesa, y tenía la obsesión por conocer "cuantas más lenguas mejor". Yo era becario en la escuela de idiomas modernos, mi primer trabajo fuera de los negocios familiares, y recién licenciado en física había decidido tomarme un año sabático estudiando literatura comparada, alemán, inglés y francés.
"Estoy debajo de tu casa, ¿puedo subir?"
(... to be continued ...)
"Estoy debajo de tu casa, ¿puedo subir?"
(... to be continued ...)
miércoles, 25 de julio de 2007
El nombre de las cosas
Regresamos a casa, y el alcohol ya se evaporaba de la sangre como el maquillaje del contorno de tus ojos. Cansados, leímos el principio de Cien años de soledad, y me detuve en esta frase:
"El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".
Entonces pensé en ti, princesita, en tu obsesión por recordar los momentos de felicidad que ya no eres capaz de recordar. Las primeras palabras de tu hija, los momentos en el parque, las primeras sonrisas, los primeros abrazos. Momentos de felicidad sin nombre, de tan reciente tú mundo de entonces, de tan reciente.
Es normal que no sepas recordar esos momentos ahora, porque sólo recordamos lo que tiene un nombre, y a menudo la felicidad verdadera carece de sustantivos.
Piensa, sin embargo, que muchos nunca llegan a vivir en un mundo en el que las cosas carecen de nombre.
"El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".
Entonces pensé en ti, princesita, en tu obsesión por recordar los momentos de felicidad que ya no eres capaz de recordar. Las primeras palabras de tu hija, los momentos en el parque, las primeras sonrisas, los primeros abrazos. Momentos de felicidad sin nombre, de tan reciente tú mundo de entonces, de tan reciente.
Es normal que no sepas recordar esos momentos ahora, porque sólo recordamos lo que tiene un nombre, y a menudo la felicidad verdadera carece de sustantivos.
Piensa, sin embargo, que muchos nunca llegan a vivir en un mundo en el que las cosas carecen de nombre.
lunes, 23 de julio de 2007
Fingiendo realidades
Fingiendo realidades
con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.
Y sus mentiras
como el fénix renacen
de sus cenizas.
El poema es de Becquer, que firmaba sin acento en la e. Becquer es un poeta fascinante por la multitud de tonos y temas de su poesía. Puede leerse, típicamente, como el más romántico de todos los románticos, aquél que por una mirada te daría un mundo, y que se pregunta por la rosa que ha prendido sobre tu corazón mientras las golondrinas cuelgan sus nidos de tu balcón.
Pero Becquer también nos habla en sus versos de la sífilis, reflexiona sobre la figura del poeta en el mundo moderno, sobre la falta de dinero, y descuartiza, escéptico, el alma humana.
Becquer fue una parte importante de mi educación sentimental cuando todavía no sabía nada de los sentimientos, y a él acudo cada vez que necesito leer unos versos bien escritos.
Con Becquer les dejo esta noche de Julio, con Becquer y con la esperanza de que los mosquitos me dejen dormir en paz esta noche. Podrá no haber poetas, pero siempre habrá mosquitos.
con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.
Y sus mentiras
como el fénix renacen
de sus cenizas.
El poema es de Becquer, que firmaba sin acento en la e. Becquer es un poeta fascinante por la multitud de tonos y temas de su poesía. Puede leerse, típicamente, como el más romántico de todos los románticos, aquél que por una mirada te daría un mundo, y que se pregunta por la rosa que ha prendido sobre tu corazón mientras las golondrinas cuelgan sus nidos de tu balcón.
Pero Becquer también nos habla en sus versos de la sífilis, reflexiona sobre la figura del poeta en el mundo moderno, sobre la falta de dinero, y descuartiza, escéptico, el alma humana.
Becquer fue una parte importante de mi educación sentimental cuando todavía no sabía nada de los sentimientos, y a él acudo cada vez que necesito leer unos versos bien escritos.
Con Becquer les dejo esta noche de Julio, con Becquer y con la esperanza de que los mosquitos me dejen dormir en paz esta noche. Podrá no haber poetas, pero siempre habrá mosquitos.
El mosquito del tedio
sábado, 21 de julio de 2007
Juventud, divino tesoro
Regreso a mi cama a las séis de la tarde. El sol dora las paredes, y la falta de sueño nubla mis ojos. Desplomo mi cansancio en las sábanas calientes. Un dulce olor acaricia todo mi cuerpo: es el olor de la juventud, tu cuerpo.
Duermo, y cuando despierto la cama es de nuevo la cama azul impregnada de sudor. Me mojo la cara en el baño; séis largos cabellos negros agrietan la cerámica blanca del lavamanos.
Y entonces sonrío y pienso que la juventud no es divina, ni tampoco tesoro. Tan sólo un olor que acaricia mi cuerpo y enciende el fuego del recuerdo.
Duermo, y cuando despierto la cama es de nuevo la cama azul impregnada de sudor. Me mojo la cara en el baño; séis largos cabellos negros agrietan la cerámica blanca del lavamanos.
Y entonces sonrío y pienso que la juventud no es divina, ni tampoco tesoro. Tan sólo un olor que acaricia mi cuerpo y enciende el fuego del recuerdo.
jueves, 19 de julio de 2007
Hair
"It takes only a year to grow long but an hour to cut."
by Miss Kelly, for whom Catcher in the Rye was formative to her character
because sometimes, one hour seems longer than a year
by Miss Kelly, for whom Catcher in the Rye was formative to her character
because sometimes, one hour seems longer than a year
lunes, 16 de julio de 2007
¿Debo estudiar física?
Sin duda todos nos hemos hecho esta pregunta alguna vez. "¿Debo estudiar física?" o bien la más común "¿Por qué coño tengo que estudiar esto?", "¿Para qué me sirve?". Las tres preguntas son equivalentes.
Pues bien, según las últimas teorías científicas, parece ser que existen dos tipos de azar: el azar intrínseco y el azar del conocimiento. Es decir, no podemos predecir el resultado de un experimento bien porque es en sí mismo impredecible (azar intrínseco) o bien porque no sabemos suficientes cosas acerca del experimento (azar del conocimiento).
La existencia del azar intrínseco es la consecuencia filosófica más importante de la mecánica cuántica, es decir, de la física. El conocimiento no puede derrotar al azar intrínseco, por lo tanto, el conocimiento que busca predecirlo todo con exactitud está condenado al fracaso.
Si usted, lector, disfruta con este tipo de disquisiciones filosóficas, debería estudiar algo de física. Si usted no disfruta con estas filosofaciones, estudie otra cosa.
Si usted no sabe si disfruta o no disfruta con la filosofía del conocimiento, entonces poco importa conocer qué deber hacer.
Pues bien, según las últimas teorías científicas, parece ser que existen dos tipos de azar: el azar intrínseco y el azar del conocimiento. Es decir, no podemos predecir el resultado de un experimento bien porque es en sí mismo impredecible (azar intrínseco) o bien porque no sabemos suficientes cosas acerca del experimento (azar del conocimiento).
La existencia del azar intrínseco es la consecuencia filosófica más importante de la mecánica cuántica, es decir, de la física. El conocimiento no puede derrotar al azar intrínseco, por lo tanto, el conocimiento que busca predecirlo todo con exactitud está condenado al fracaso.
Si usted, lector, disfruta con este tipo de disquisiciones filosóficas, debería estudiar algo de física. Si usted no disfruta con estas filosofaciones, estudie otra cosa.
Si usted no sabe si disfruta o no disfruta con la filosofía del conocimiento, entonces poco importa conocer qué deber hacer.
sábado, 14 de julio de 2007
Especulación en Barcelona
El vídeo dura 20 minutos largos, pero vale la pena buscar un ratito para verlo tranquilamente, sobretodo si viven en Barcelona. Leo Bassi analiza la especulación en Barcelona:
Y bueno, aquí pueden encontrar mi selección de los más diversos videos de barcelona.
Y bueno, aquí pueden encontrar mi selección de los más diversos videos de barcelona.
viernes, 13 de julio de 2007
El Sabio catalán
Adaptado de la wikipedia:
"El Sabio catalán es el viejo que atendía la tienda donde Aureliano compró los libros necesarios para descifrar los pergaminos de Melquíades, en el rincón del pueblo frente al cuál se descifraban los sueños en los tiempos de la compañía bananera.
Su librería estaba compuesta por libros muy antiguos, y prácticamente nadie lo visitaba, a excepción de Aureliano Babilonia y sus cuatro amigos. Su principal actividad en Macondo consistió en escribir tres cajones de libros.
Era tan fuerte la nostalgia que volvió a su pueblo natal, pero ahí tuvo la nostgalgia de Macondo, y esta nostalgia doble lo confundió tanto que perdió el sentido de la realidad."
Esa doble nostalgia le hizo perder el sentido de la realidad. Y es que este tipo de cosas tan sólo suceden en Cien Años de Soledad, un libro que he leído repetidas veces, sin llegar a terminarlo nunca. Aún así, no creo haber disfrutado nunca tanto con una novela.
¿De qué sienten nostalgia, ustedes?
"El Sabio catalán es el viejo que atendía la tienda donde Aureliano compró los libros necesarios para descifrar los pergaminos de Melquíades, en el rincón del pueblo frente al cuál se descifraban los sueños en los tiempos de la compañía bananera.
Su librería estaba compuesta por libros muy antiguos, y prácticamente nadie lo visitaba, a excepción de Aureliano Babilonia y sus cuatro amigos. Su principal actividad en Macondo consistió en escribir tres cajones de libros.
Era tan fuerte la nostalgia que volvió a su pueblo natal, pero ahí tuvo la nostgalgia de Macondo, y esta nostalgia doble lo confundió tanto que perdió el sentido de la realidad."
Esa doble nostalgia le hizo perder el sentido de la realidad. Y es que este tipo de cosas tan sólo suceden en Cien Años de Soledad, un libro que he leído repetidas veces, sin llegar a terminarlo nunca. Aún así, no creo haber disfrutado nunca tanto con una novela.
¿De qué sienten nostalgia, ustedes?
Paternidad
Mmm... yo no sé si estoy todavía preparado para esto... pero hay que ver, que la señorita Marina, con apenas dos meses y ya mira bien directo a la cámara... tienes una hija bien linda, Anita!
Cervecitas en la calle
A landiman y a mí nos gusta beber unas cervecitas y jugar a ajedrez sentados en cualquier banco de la calle. Ahora, en verano, corre el airecito, y en nuestro barrio siempre es divertido estar en la calle. Pasan mujeres y turistas hermosas, los pakistaníes charlan en grupitos, hay gente en bici y gente que te ofrece hashis, y casi siempre nos encontramos con algún amigo o amiga que nos saluda y habla un rato con nosotros.
Hoy, por ejemplo, se nos ha acercado un amable policía en su moto, y nos ha dicho: "perdonen que les interrumpa la partida, pero no pueden beber bebidas alcohólicas en la calle". Nos hemos mirado, lo hemos mirado -el tipo ha añadido "tendría que ponerles una sanción pero..."- y yo me he levantado y he metido las dos latas de Heineken de medio litro en la papelera.
Luego ha llegado mi querido Victor con un rollo de cartón amarillo enorme, al parecer algo relacionado con un bar de un paqui colega suyo, que tuvo que cerrar su local y ahora abre uno nuevo pero menos visible, y anda algo preocupado porque no va a tener tantos clientes. "Le hago de relaciones públicas", dice Victor, que siempre consigue los trabajos más curiosos.
Landiman estaba molesto, así que ha perdido al ajedrez, y yo la verdad bien feliz con la noche made in raval. Y recuerden, si no saben qué hacer este finde, las mujeres pueden escribirme un email, y los chicos se pueden entretener con la agenda de barcelona, una web fea y caótica, pero hecha con cariño. Como un servidor.
Hoy, por ejemplo, se nos ha acercado un amable policía en su moto, y nos ha dicho: "perdonen que les interrumpa la partida, pero no pueden beber bebidas alcohólicas en la calle". Nos hemos mirado, lo hemos mirado -el tipo ha añadido "tendría que ponerles una sanción pero..."- y yo me he levantado y he metido las dos latas de Heineken de medio litro en la papelera.
Luego ha llegado mi querido Victor con un rollo de cartón amarillo enorme, al parecer algo relacionado con un bar de un paqui colega suyo, que tuvo que cerrar su local y ahora abre uno nuevo pero menos visible, y anda algo preocupado porque no va a tener tantos clientes. "Le hago de relaciones públicas", dice Victor, que siempre consigue los trabajos más curiosos.
Landiman estaba molesto, así que ha perdido al ajedrez, y yo la verdad bien feliz con la noche made in raval. Y recuerden, si no saben qué hacer este finde, las mujeres pueden escribirme un email, y los chicos se pueden entretener con la agenda de barcelona, una web fea y caótica, pero hecha con cariño. Como un servidor.
miércoles, 11 de julio de 2007
La fruta corrompida
A Vicente Gallego
Durante un meditado desayuno,
en una portentosa mañana de verano
-la gloria de un verano escolar y salvaje-,
pelé la fruta lento, fervoroso.
Sabia ya que el verano y la fruta
son tesoros a flote de un paraíso hundido.
Y cuando satisfecho la mordí,
apareció su hueso descompuesto,
su carne corrompida y su gusano.
Para la mayor parte de este mundo,
una anécdota así no es más que un accidente
del mundo natural, y para otros
una amarga metáfora
en donde se resume la existencia.
Quién sabe...
Ahora recuerdo
aquella noche en que me desperté
confundido de un sueño en donde había agua,
y encaminé mi sed a la cocina.
Como un resucitado di la luz,
aproximé mis labios hasta el agua
y, justo en el instante en el que fui a beber,
alcé la vista y vi a la cucaracha sobre el grifo,
observándome, ciega, entre los ojos.
Quién sabe, otro accidente...
Aquella cucaracha
todavía me observa, complacida,
detrás de la mirada de algún tipo,
desde detrás de los absurdos límites
de la podrida carne de los días.
Carlos Marzal
De "Los países nocturnos" 1996
Por suerte, en casa he logrado exterminar a las cucarachas gracias a un veneno que les da una muerte lenta, de modo que tienen tiempo de regresar a su nido, infectar a todas las demás, y luego morirse en paz. Me gustaría conocer a un inventor de venenos.
Durante un meditado desayuno,
en una portentosa mañana de verano
-la gloria de un verano escolar y salvaje-,
pelé la fruta lento, fervoroso.
Sabia ya que el verano y la fruta
son tesoros a flote de un paraíso hundido.
Y cuando satisfecho la mordí,
apareció su hueso descompuesto,
su carne corrompida y su gusano.
Para la mayor parte de este mundo,
una anécdota así no es más que un accidente
del mundo natural, y para otros
una amarga metáfora
en donde se resume la existencia.
Quién sabe...
Ahora recuerdo
aquella noche en que me desperté
confundido de un sueño en donde había agua,
y encaminé mi sed a la cocina.
Como un resucitado di la luz,
aproximé mis labios hasta el agua
y, justo en el instante en el que fui a beber,
alcé la vista y vi a la cucaracha sobre el grifo,
observándome, ciega, entre los ojos.
Quién sabe, otro accidente...
Aquella cucaracha
todavía me observa, complacida,
detrás de la mirada de algún tipo,
desde detrás de los absurdos límites
de la podrida carne de los días.
Carlos Marzal
De "Los países nocturnos" 1996
Por suerte, en casa he logrado exterminar a las cucarachas gracias a un veneno que les da una muerte lenta, de modo que tienen tiempo de regresar a su nido, infectar a todas las demás, y luego morirse en paz. Me gustaría conocer a un inventor de venenos.
martes, 10 de julio de 2007
Coplas por la muerte de su padre
Por suerte, en el instituto tuvimos siempre a profesoras de literatura, y digo suerte porque a los quince años, la poesía es mejor que te la recite una mujer, a ser posible ya en sus cuarenta largos.
La profesora Romagosa, Quima Romagosa, nos recitaba poesías de memoria. Mi padre decía que señal de que era buena profesora. Y lo era. Recitaba y yo la escuchaba, y en los exámenes disfrutaba explicándole las metáforas, y escribiendo con estilo y pocos academicismos. Porque a Quima le gustaba la literatura y detestaba la historia de los apuntes y los libros de texto, y yo lo sabía, quizás era lo único que aprendí de ella, y seguramente la mejor lección que pudo darme.
Cuando terminamos el curso, le dije que había escogido ciencias, y me acusó de pasarme al otro bando: "usted también, Rovira, como todos, usted podría ser bueno Rovira, yo le creía a usted una sensibilidad especial, pero hace como todos". Le contesté que había escogido ciencias mixtas, que estudiaría literatura, pero prosiguió con su acusación particular y sarcástica, y tenía razón.
Recuerdo que me dolió su desdén, su absoluta indiferencia ante mi intento de justificarme, la manera en cómo ya no volvimos a hablar nunca más de libros en los dos años más que pasé en el instituto.
Con Quima leí por vez primera las Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique, y los versos iniciales de este poema siempre los he llevado en algún rincón de mi memoria ram.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
La muerte parecía lo más trágico, pero este poema nos enseña que el drama verdadero es el recuerdo de lo que fue y ya no es. Cuan presto se va el placer, pero es al recordarlo cuando sentimos el dolor. La memoria es el repositorio del dolor, igual que en la canción de Billie Holiday, a quien también comencé a escuchar a la misma edad: "It's easy to remember, but so hard to forget".
Qué inmenso el placer de escuchar por vez primera a Billie Holiday, de leer por vez primera a Jorge Manrique. Quizás, Quima, si no me hubiera pasado al otro bando, no te recordaría con la dulzura con la que ahora te recuerdo. Me gustaría tomarme contigo unos whiskies ahora mismo, en esta noche cualquiera que me ha llevado de nuevo a tu recuerdo, y seguro que sabríamos entendernos, y lo pasaríamos bien.
Nunca deberíamos perder el contacto con las profesoras de literatura de los quince años. Nos enseñarían más que nuestras madres, y por supuesto mucho más que cualquier amante.
La profesora Romagosa, Quima Romagosa, nos recitaba poesías de memoria. Mi padre decía que señal de que era buena profesora. Y lo era. Recitaba y yo la escuchaba, y en los exámenes disfrutaba explicándole las metáforas, y escribiendo con estilo y pocos academicismos. Porque a Quima le gustaba la literatura y detestaba la historia de los apuntes y los libros de texto, y yo lo sabía, quizás era lo único que aprendí de ella, y seguramente la mejor lección que pudo darme.
Cuando terminamos el curso, le dije que había escogido ciencias, y me acusó de pasarme al otro bando: "usted también, Rovira, como todos, usted podría ser bueno Rovira, yo le creía a usted una sensibilidad especial, pero hace como todos". Le contesté que había escogido ciencias mixtas, que estudiaría literatura, pero prosiguió con su acusación particular y sarcástica, y tenía razón.
Recuerdo que me dolió su desdén, su absoluta indiferencia ante mi intento de justificarme, la manera en cómo ya no volvimos a hablar nunca más de libros en los dos años más que pasé en el instituto.
Con Quima leí por vez primera las Coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique, y los versos iniciales de este poema siempre los he llevado en algún rincón de mi memoria ram.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
La muerte parecía lo más trágico, pero este poema nos enseña que el drama verdadero es el recuerdo de lo que fue y ya no es. Cuan presto se va el placer, pero es al recordarlo cuando sentimos el dolor. La memoria es el repositorio del dolor, igual que en la canción de Billie Holiday, a quien también comencé a escuchar a la misma edad: "It's easy to remember, but so hard to forget".
Qué inmenso el placer de escuchar por vez primera a Billie Holiday, de leer por vez primera a Jorge Manrique. Quizás, Quima, si no me hubiera pasado al otro bando, no te recordaría con la dulzura con la que ahora te recuerdo. Me gustaría tomarme contigo unos whiskies ahora mismo, en esta noche cualquiera que me ha llevado de nuevo a tu recuerdo, y seguro que sabríamos entendernos, y lo pasaríamos bien.
Nunca deberíamos perder el contacto con las profesoras de literatura de los quince años. Nos enseñarían más que nuestras madres, y por supuesto mucho más que cualquier amante.
domingo, 8 de julio de 2007
Teorías de cerveza
Ktur regresó de México con el pelo recogido y la intimidad dolorida. Nos sentamos a tomar una cerveza en Els Tres Tombs, el Deux Magots de Sant Antoni. Bellas mujeres pasaban ante nosotros incesantemente: muslos de helado de avellana, pechos de horchata, pasos rápidos, ciclistas intrépidas (qué hermosas, las mujeres, en una biclicleta). Inevitablemente, surgió el comentario: ¿de dónde salen, qué está sucediendo, que invasión macabra se está gestando?.
Me alivió comprobar que Ktur compartía mi preocupación. ¿Es algo que nos está suciendo a nosotros, o realmente las mujeres han embellecido de repente este verano, decididas a torturarnos dulcemente como ajenas a la entropía que sus pasos desbocan?
Se plantearon dos teorías. Por un lado, un servidor sostuvo que el turismo y la inmigración son los culpables de todo este descalabro carnal. Mujeres venidas de todos los rincones del planeta, dispuestas a empequeñecernos en nuestras sillas del Tres Tombs, a reducirnos a la calidad de monos en celo mientras el cerebro se nos llena de babas y plátanos eniestos, y todo lo que podemos hacer es regresar cabizbajos a casita, eunucos en un harén globalizado.
Ktur aplaudió la teoría, al tiempo que desarrollaba su propia tesis. En efecto, es un hecho objetivo e innegable que el mundo exterior ha cambiado: hay más mujeres. Pero todo buen filósofo sabe que el exterior no es más que un reflejo de nuestra percepción interior. A punto de cumplir los treinta, o con los treinta recién cumplidos, el abanico se nos abre de par en par. Hemos perdido el miedo. No nos asustan a sus veintitantos bien largos, y los treinta y poco son un objetivo plausible. Incluso algunos pervertidos se atreven con las adolescentes teenagers, y los veintipoco son presas fáciles.
Así pues, terminamos nuestras cervezas, y regresamos a casa. No sabría decir si contentos ante nuestra habilidad sociológica, o más bien aturdidos, pero lo cierto es que el calor de la habitación, paradójicamente, apaciguó mi caldera. No es bueno hacer el amor con este calor. Mejor otra cerveza, y el regreso de un amigo que nunca regresará demasiado tarde. Bienvenido a tu tierra, querido Ktur.
Me alivió comprobar que Ktur compartía mi preocupación. ¿Es algo que nos está suciendo a nosotros, o realmente las mujeres han embellecido de repente este verano, decididas a torturarnos dulcemente como ajenas a la entropía que sus pasos desbocan?
Se plantearon dos teorías. Por un lado, un servidor sostuvo que el turismo y la inmigración son los culpables de todo este descalabro carnal. Mujeres venidas de todos los rincones del planeta, dispuestas a empequeñecernos en nuestras sillas del Tres Tombs, a reducirnos a la calidad de monos en celo mientras el cerebro se nos llena de babas y plátanos eniestos, y todo lo que podemos hacer es regresar cabizbajos a casita, eunucos en un harén globalizado.
Ktur aplaudió la teoría, al tiempo que desarrollaba su propia tesis. En efecto, es un hecho objetivo e innegable que el mundo exterior ha cambiado: hay más mujeres. Pero todo buen filósofo sabe que el exterior no es más que un reflejo de nuestra percepción interior. A punto de cumplir los treinta, o con los treinta recién cumplidos, el abanico se nos abre de par en par. Hemos perdido el miedo. No nos asustan a sus veintitantos bien largos, y los treinta y poco son un objetivo plausible. Incluso algunos pervertidos se atreven con las adolescentes teenagers, y los veintipoco son presas fáciles.
Así pues, terminamos nuestras cervezas, y regresamos a casa. No sabría decir si contentos ante nuestra habilidad sociológica, o más bien aturdidos, pero lo cierto es que el calor de la habitación, paradójicamente, apaciguó mi caldera. No es bueno hacer el amor con este calor. Mejor otra cerveza, y el regreso de un amigo que nunca regresará demasiado tarde. Bienvenido a tu tierra, querido Ktur.
sábado, 7 de julio de 2007
Emblemas y chingaderas
"On the day when I know all the emblems," he asked Marco, "shall I be able to possess my empire, at last?"
And the Venetian answered, "Sire, do not believe it. On that day you will be an emblem among emblems."
--Italo Calvino, Invisible Cities
Así pues, más vale dejarse de chingaderas, y aprovechar los pocos placeres que nos ofrece la vida, que no son poco si saben aprovecharse.
El conocimiento es el pasatiempo de los que necesitan pasar el tiempo.
And the Venetian answered, "Sire, do not believe it. On that day you will be an emblem among emblems."
--Italo Calvino, Invisible Cities
Así pues, más vale dejarse de chingaderas, y aprovechar los pocos placeres que nos ofrece la vida, que no son poco si saben aprovecharse.
El conocimiento es el pasatiempo de los que necesitan pasar el tiempo.
El juego de Mariana
Parece ser que a Mariana le gusta que sus lectores jueguen, aunque lo que más le gusta es jugar con sus lectores. El juego consiste en escribir 8 cosas sobre uno mismo (no se especifica si deben ser ciertas), y a continuación invitar a otras ocho personas a hacer lo mismo.
En fin, ahí van mis ocho cosas:
1) Las miradas cómplices
2) La pasta del Bella Napoli, y el Bella Napoli en general
3) La escena final de Manhattan, aunque mi vida se parezca mucho más al final de Annie Hall
4) Los cómics y prosas de El Listo
5) El día en que no bajé del tren, y seguimos hasta Paris, y volvimos a hacer el amor en el mismo hotel donde por primera vez nos quitamos la ropa
6) Los detectives salvajes en una calle de Hong Kong
7) Un bebé durmiéndose en mis brazos
8) Andrea, Sonia, Tais, Marina, Maria del Mar, Raquel, Asami, Carla, Laura, Lua, Ana, Mariana... y todas las mujeres a las que he deseado, aunque sea sólo unos meses, unos días, unas horas, unos minutos, una mirada cómplice. Y vuelta a empezar, en el punto uno.
Y estas son mis ocho personas, aunque faltes tú, porque no sé si quieres ver publicado tu blog. Pero ya sabes quién eres.
La de los ojos más azules
La coleccionista de planos del mundo
El meji
El camaleón
Landihombre
Kelly
Grankabeza
G... ¿de Gemma?
En fin, ahí van mis ocho cosas:
1) Las miradas cómplices
2) La pasta del Bella Napoli, y el Bella Napoli en general
3) La escena final de Manhattan, aunque mi vida se parezca mucho más al final de Annie Hall
4) Los cómics y prosas de El Listo
5) El día en que no bajé del tren, y seguimos hasta Paris, y volvimos a hacer el amor en el mismo hotel donde por primera vez nos quitamos la ropa
6) Los detectives salvajes en una calle de Hong Kong
7) Un bebé durmiéndose en mis brazos
8) Andrea, Sonia, Tais, Marina, Maria del Mar, Raquel, Asami, Carla, Laura, Lua, Ana, Mariana... y todas las mujeres a las que he deseado, aunque sea sólo unos meses, unos días, unas horas, unos minutos, una mirada cómplice. Y vuelta a empezar, en el punto uno.
Y estas son mis ocho personas, aunque faltes tú, porque no sé si quieres ver publicado tu blog. Pero ya sabes quién eres.
La de los ojos más azules
La coleccionista de planos del mundo
El meji
El camaleón
Landihombre
Kelly
Grankabeza
G... ¿de Gemma?
viernes, 6 de julio de 2007
Un ciervo trastornado conduce a la policía a una plantación de marihuana en el norte de Italia
El titular no es mío (qué más quisiera) si no de un periodista genial, y anónimo... y es que no todo el mundo es reconocido como se merece. En fin, lean aquí la noticia completa del ciervo juguetón.
(y gracias a priscilla, reina del desierto, por encontrarme esta perla de noticia)
(y gracias a priscilla, reina del desierto, por encontrarme esta perla de noticia)
jueves, 5 de julio de 2007
El abrazo partido
Por fin, una noche de verano. Y es que el verano no comienza de verdad hasta que uno no ve una película al aire libre, y yo hacía años que no lo disfrutaba.
Empieza de día, con la pantalla blanca y tersa como una piel joven, ignorando las sonrisas y lágrimas que tendrá que reflejar impasible. Estoica, la pantalla, ante las imágenes que la ciegan y la colorean a un tiempo.
La película acaba y está oscuro, y la sábana blanca es ahora sólo eso, una sábana por recoger. Los operarios la desmontan, la doblan y se la llevan, y esta noche de verano ya sólo resiste en una lucecita de tus ojos.
Y en mis manos sucias, que la escriben, y me ayudarán a entrar en la cama, y me taparán con otra sábana.
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