domingo, 23 de septiembre de 2007

Reflexionando la vida un domingo por la tarde

(Re-)flexión número 1

Una profesora de lengua que tuve en primaria nos dijo una vez que la historia de la literatura es como un péndulo: cada nueva etapa es una reacción a la anterior y, así, por ejemplo, el Romanticismo puede entenderse como una reacción al racionalismo de la Ilustración.

El pulso de la vida es algo parecido, tanto en el día a día como a escalas mayores. Es necesario aburrirnos durante unas horas para luego disfrutar de las horas siguientes, seguir sin rumbo por una calle oscura para encontrar de pronto la luz de una plaza con fuente. Y viceversa.

(Re-)flexión número 2

El cerebro no está preparado para divagar continuamente, para vivir del consumo y procesamiento continuo de información. Me doy cuenta tras pasarme días pegado a internet, navegando por activa y por pasiva, consumiendo.

El consumo indiscriminado de información es quizás el consumismo más peligroso.

(Re-)flexión número 3

La fotografía, junto a la literatura, es un arte que considero realizable. La fotografía tiene algo de instinto instantáneo que la acerca a la música.

(esta reflexión viene sugerida por esta magnífica foto que, sin embargo, no termino de comprender, como el poema de benítez reyes)

(Re-)flexión número 4

Esta tarde de domingo es tan tarde de domingo y tan placentera, porque mañana lunes es aquí festivo. De vez en cuando, los lunes deberían ser festivos para ayudarnos saborear los domingos.

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