miércoles, 8 de marzo de 2006

Poesia

Es sin duda una buena solución para pasar el tiempo. Hoy me vinieron ganas de comprarme algunos libros nuevos de poesía: Pessoa, Yeats, Dylan Thomas pasaron por mis manos, pero al final lo pospuse para mañana. Qué bueno disponer de nuevo de tiempo para dedicarme a cosas sin más propósito que ellas mismas. La vida es más fácil cuando uno sólo se concentra en hacer, que no es lo mismo que pensar.

Ana, que tan triste estaba hoy porque ayer perdió por unos instantes a su hija en el parque (yo creo que quizás le pareció perder algo más), me lo ha dicho muchas veces: "haz, y no pienses tanto". Bueno, pues a falta de libros, ahí van un par de poesías que encontré:

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
sienten, en el dolor leído,
no los dos que el poeta vive
sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
distrayendo a la razón,
ese tren sin real destino
que se llama corazón.

Fernando Pessoa.

Fingiendo realidades
con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.

Y sus mentiras
como el fénix renacen
de sus cenizas.

Becquer

Y quizás sí, quizás siempre renacen de sus cenizas las mentiras del corazón sin real destino. Entonces nos queda la escoba, o intentarlo de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario