domingo, 6 de agosto de 2006

No control

¿Qué ocurre cuando el instinto te domina? ¿Qué ocurre cuando eres consciente, pero no capaz de optar por lo más sensato?

Sucede a menudo con unos cubatas en el cuerpo: has perdido la inhibición, los prejuicios, la moral, y te guía sólo la carne. Acompañada quizás del raciocinio del cerebro, pero un raciocinio únicamente enfocado a la carne.

Es un cliché, cierto, aunque muchas veces nos averguenza, y queremos ocultarlo y acabamos haciendo el ridículo. Quizás, cuando la carne llama impregnada de j&b con cola, lo más sensato sea atender la llamada en toda su grandeza, y afrontar el reto como quien se enfrenta a cualquier otro designio de la vida cotidiana.

Cuando dentro de 30 años apenas seas capaz de encenderte ni con whisky, el polvo que esta noche no tuvimos será un pasaporte a la piel tensa de tus senos, a la fácil humedad de tu sexo de hoy.

Y volveremos a brindar, y reiremos, viejos ya, seguros de no poder volver ni siquiera a la posibilidad de desechar un buen polvo.

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