martes, 15 de agosto de 2006

Y ser sólo, a veces

Y ya iba a escribir algún juego complicado. Pero paso. Paso de aspirar a lo complejo ahora mismo: me abandono al fluir pausado del porro, ondulado, suave como tu pelo. Y me instalo en el Bulevar de los Sueños Rotos de Sabina.

La simpleza de esta noche no me admira, pero va a ser difícil en Hong Kong. No hay sueños rotos en Hong Kong, no para mí. Los sueños en Hong Kong son inmaculados, blancos, fáciles, casi estériles.

A veces, me gustaría poder enamorarme y saber dejarlo todo. Y ser sólo una canción que no te cansas de escuchar. Una canción que entra por la ventana cada noche, y acaricia tu piel como una brisa.

A veces, me gustaría poder decir que te voy a echar de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario