Hace tiempo que la poesía no camina por estas crónicas. Mi carrera literaria comenzó a los 12 años, cuando una redacción que escribí sobre mi abuela se publicó en la revista del colegio. Le siguieron cuentos que apresuradamente escribía para ganarme 5000 pesetas en los premios de Sant Jordi del instituto. Uno de ellos llegó a ganar en otro premio del barrio, y me lo publicaron en un libro. Y me lo publicaron cambiado, y me cabreé mucho porque incluso retocaron el título del cuento: le pusieron "Un tren amb destinació incerta", en lugar de mi título original: "Un tren amb destí incert".
Era un cuento romántico adolescente, en la que un chico sale a caminar en busca de ideas para escribir un cuento para el premio de Sant Jordi del instituto (obviamente, mi alter ego) y cerca de la estación de tren se encuentra a una chica y toman un café y el se enamora perdidamente de ella, y ella de él, y reniegan juntos del mundo en el que viven y se juran que, al día siguiente, se encontrarán en un tren con destino incierto a las 9 en punto de la mañana. El chico pasa una mitad de la noche escribiendo el cuento para el premio de Sant Jordi, y la otra mitad pensando si debe entregar el cuento para el premio o encontrarse la chica en el tren. La tensión es máxima cuando el chico finalmente decide ir al instituto y olvidar a la chica... pero, obviamente se da cuenta de su error y corre desesperadamente hacia la estación de tren, pero son ya las nueve de la mañana, no llega a tiempo y... Intriga, lectores :)
Me ha gustado recordar aquí con ustedes este cuento mío. Tenía sólo 15 años y, sin embargo, mi ideal ya era ser un escritor que sale a la calle en busca de ideas y acaba haciendo el amor con una intelectual hermosa. Ya no estoy seguro si este sigue siendo mi ideal, pero tampoco me parece un mala idea. Salir a pasear por una ciudad hermosa, cuando a uno le plazca, es algo difícil de conseguir. Encontrar a la chica es mucho más sencillo.
Bueno, y obviamente he perdido el hilo inicial del post, que no era sino recordar que hace tiempo que la poesía no camina por estas crónicas. Sin embargo, la poesía es quizás la forma de literatura que es más fiel a mí mismo. En los días en que estoy tocado, y en lo días en que estoy muy feliz, acudo a la poesía. Hoy es un día de estos. Hoy estoy tocado porque a un amigo mío lo han tocado hasta el fondo.
Enyorava llegir algo d'aquest estil, però hagués preferit que l'inspiració no hagués hagut de venir-te per aquest motiu que ens ha entristit a tots.
ResponderEliminarUn kissu