lunes, 24 de enero de 2005
A punto de fumar un porro
Estoy escuchando a Barney Kessel tocar Speak Low, habla bajito. Y me apetece gritar, gritar de felicidad o de tristeza, pero gritar porque no estás junto a mí, porque ni tan siquiera sé quién eres. El CD cambia ahora a Love is here to stay, el amor llegó para quedarse. Amor, quisiera acariciarte y decirte sinceramente que te quiero, que quiero cada instante de tu piel rozándome la palma de la mano, los labios. El gusto de tu piel, las cerezas de tus mejillas. Tus manos, tus manos abrazan mi cadera ahora mismo, siento el calor, el aura de tus manos recorriendo los rincones de mi alma como un huracán suave de placer. Y luego el ruido plácido del tiempo perdido, las contracciones de tu estómago golpeando el mío. Y tus ojos, joder ahora el clarinete enfila How long has this been going on, la guitarra en el transfondo como cama plácida por donde la melodia revuelve las sábanas de las notas precisas. Esa guitarra, que ahora puntea delicada, sin estragos, las notas precisas de mi sentimiento, la burbuja de mi alma al fin penetrada, vencido el dolor de la vida. Agujas de placer absoluto esas notas, y el humo en mi boca. Te quiero.
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