viernes, 30 de diciembre de 2005

The new año

Tonight I'm not very inspirado to write about the new year, pero aún me quedan dos días para clarify las ideas que, lately, hierven en mi cerebro.
Cuando me pongo a pensar, sólo me importa pensar y, normalmente, estoy en el mundo como malhumorado, cortante, pasota de la gente. Es una pose, por supuesto, y supongo que igual que todas mis demás caras.
Para el 2006 me gustaría estar menos cabreado que en algunos ratos del 2005. Este año ha sido el año del desencanto con la mayoría de facetas de la vida, mezclado con algunas dosis de conformismo feliz y otras de cabreo inconstructivo. En el 2006, me gustaría recuperar el encanto de la vida.
Con esto no digo que 2005 haya sido una mierda. Por supuesto, ha valido la pena porque he sentido cosas que nunca antes había conocido, a nivel personal, sentimental, sexual y culinario. También ha valido la pena porque creo estar a punto de tocar fondo, tan fondo casi como llegué a tocar en Berkeley. Entonces me frené, pero ahora no voy a poder. Sin embargo, algo me dice que será bueno tocar fondo.
En el 2006, me gustaría recuperar el encanto de la vida.

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