Vincente Gallego publicó en su primer libro este poema, a los 24 años. Quizás no es una obra maestra, pero la parte final del poema me encanta.
SEPTIEMBRE, 22
Me dices que es absurdo el universo,
que la vida carece de sentido.
Pero no es un sentido lo que busco,
cualquier explicación o una promesa,
sino el estar aquí y a la deriva:
una simple botella que en la playa
aguarda la marea.
Sí, la palabra justa es abandono:
una dulce renuncia que me nombra
señor y dueño al fin de mi camino.
Queden hoy para otros
los afanes del mundo, y que mi mundo sea
la magia de esta casa
tomada en su quietud por la penumbra,
saber que nadie llegará
a interrumpir mi tarde,
que no habrá sobresaltos,
ni voces, ni horas fijas,
porque ahora es tan sólo transcurrir
mi gran tarea.
gracias.
ResponderEliminarcon tu blog he vuelto a la poesía, un lujo que casi había olvidado (como el libro de Vicente Gallego, Santa deriva, que compré en la librería de Passeig de Sant Joan antes de que cerrara).
gracias a tí, g... Vicente Gallego es un grande para mí, La plata de los días me encanta, y Santa Deriva cayó en mis manos hace poco: muy diferente de sus otros libros.
ResponderEliminartengo la suerte de haber compartido mucho tiempo con Vicente, y es además un tio genial... ¿conoces su biografía? ... mírate esto: http://amediavoz.com/gallego.htm
un saludo, nos vemos