Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son...
El otro día tuve un sueño de lo más curioso, quizá porque sucedió entre las 6 y las 7 de la mañana, periodo nefasto del dia si no se vive junto a quién se ama.
De repente, iba cargado con las maletas de anita, tremendas maletas que me costó lo mío subir por las escaleras de su casa. Al llegar al piso, dejaba las maletas en el suelo, y miraba a mi alrededor. Pensaba en lo pequeña que era la casa de anita, en cómo podían vivir ahí con la niña y todos los trastos.
De repente, anita desaparecía, y su casa se parecía a la mía. Bajaba hacia la calle, y me entraba pánico al pensar que no llevaba las llaves. Entonces aparecía oscar, de helpdesk, y me decía no te preocupes, aquí vengo con las llaves. Subíamos otra vez, y al entrar era mi casa: con mi cama alta de dos metros, majestuosamente humilde.
Subía a la cama, y de repente comenzaban a desfilar por el cuarto mis alumnos, y yo les daba consejo.
Le expliqué el sueño a anita: dijo que había mezclado todos mis agobios, y que las maletas tan grandes eran sus propios agobios que yo le ayudaba a transportar escaleras arriba. Me pareció una interpretación brillante: anita es de esas personas que sabe sacarle partido a la lógica sencilla, a la vida cotidiana. Un solete que me ha enseñado muchas cosas sin que me diera mucha cuenta, y sin que ella tampoco se la diera, seguramente; tan modesta ella.
Ingrid me dijo que reflejaba mi voluntad de sentirme arriba, por lo de la cama y los alumnos dice. Se nota que hacía de psicóloga, porque los psicólogos siempre dicen cosas que te jode que te digan :) Pero también fue la primera que apuntó que la casa del sueño era mi casa en realidad, y creo que tiene razón: lo era, porque yo siempre he creído que esta casa mía es muy pequeña, y es significativo que me planteara cómo podía vivir en esa casa anita con hija y marido y toda la parafernalia. Supongo que es mi miedo a la vida en pareja, reflejado en que mi situación actual (el piso pequeño en toda su extensión metafórica) no acaba de estar del todo definida hacia ese extremo conyugal: a veces sí, cariño, pero a veces no. Quizás cada vez más que sí, amor, veremos que nos trae el frío.
Txell optó por sus interpretaciones lunáticas, y ahora leo que dice que soñé con la soledad de mi vida. Sólo una lunática podría ver soledad en mi sueño: yo le doy vueltas pero no alcanzo a comprender porqué llegó a semejante conclusión. Pero Txell es díscola e impulsiva en su escritura, y con cierta obsesión por la soledad que la rodea, que la eleva y la destruye a un tiempo.
Total, que yo creo que el sueño se resume así, en dos planos, el obvio y el metafórico:
1. subo con las maletas de anita hacia un piso incierto:
1.1 el plano obvio: las maletas son las preocupaciones de anita, que tanto me enseñan a ordenar las mías propias.
1.2 el metafórico: subo hacia mi casa en realidad, pero cargado de maletas que son mis nuevas responsabilidades como adulto casado y "responsable".
2. de repente, desaparece anita y me doy cuenta que hay lo que hay:
2.1 un piso vacío y pequeño, que es mi casa en realidad
2.2 un piso vacío y pequeño en dónde todo lo que he construído no basta: tengo una responsabilidad nueva, pendiente, que me atemoriza y me encanta a un tiempo.
3. bajo las escaleras y me doy cuenta que no llevo la llave:
3.1 sigo siendo un puto despistado
3.2 he huído de esa responsabilidad pendiente, pero al mismo tiempo quiero regresar, quiero terminar lo que comencé
4. aparece oscar de helpdesk con las llaves
4.1 soy un puto despistado, pero estoy rodeado de recursos que me permiten reparar los fallos
4.2 no quiero huir, y te quiero tanto y me quieres tanto que siempre encontramos la manera de volver a vernos, a querernos...
5. entro en casa y encuentro mi cama, subo y desfilan por el cuarto mis alumnos y yo les hablo y les doy consejo
5.1 soy un buen profesor y me gusta, me siento "arriba" (el vocablo inglés "high", aquí, encaja de puta madre por su doble significado) cuando enseño...
5.2 pues no sé muy bien, yo creo que en esta parte el sueño deja de tener interpretaciones más profundas... y es indicativo y me jode, porque significa que la parte profunda todavía está por soñar y por interpretar...
Pero bueno, debo deciros que últimamente me siento de la puta madre. Sí, joaquinsito, aunque vayas a venir tú aquí a chingarme y partirme la pierna otra vez, sepas que no soy ratoncito hamster, sino que en verdad soy feliz.
Hacía muchos años que esta felicidad no la sentía así, tan plena. Casi estoy como si estuviera en Berkeley de nuevo, tan libre como entonces, tan yo, tan satisfecho de lo que soy y lo que hago, me siento tan capaz de todo...
Creo que esta vez ya no, esta vez ya no hay quién me pare. Prepárate, mundo, porque aquí llega alguien dispuesto a continuar siendo feliz: contra nadie, sino con todos. Tan sólo faltas tú, pequeña, y la luz tímida de las séis de la mañana recordándonos que todavía quedan unas horas hasta que el sol descubra nuestro despecho.
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