martes, 7 de febrero de 2006

Días extraños

En la peli Dias Extraños, resulta que existen unos cascos que te los conectas al cerebro, y estos cascos reproducen las sensaciones cerebrales de otras personas. Por ejemplo, en un momento dado el protagonista siente el placer sexual que él mismo le provoca a la persona con quién hace el amor. En fin, un rollo muy extraño, como el título de la peli. Y es que hay días extraños, como el mío de hoy.
En un momento dado del día, he sentido que muchas de las sensaciones que había tenido hace unas semanas (o incluso hace años) se agolpaban en un punto, y la densidad era tanta que escapaba de mi control la posterior explosión cerebral. Todavía siento hervir mi cerebro. Sólo un porro podría calmarme, pero no tengo maria, y además, no quiero: debo ser capaz de sobrevivirme sin la ayuda de las drogas. Pero es tan difícil...
Cuando el día a día sólo me gusta porque me permite soñar e inventar nuevas relaciones entre palabras antiguas... La realidad, mi realidad, no me interesa lo más mínimo. Que tengamos en la web 5000 cursos o 10,000, en el fondo, me la suda hasta el fondo de la polla (y lo siento chicas por el lenguaje grosero, pero vosotras me habéis hecho así).
Sólo me interesa soñar... pero es peligroso, porque al final siempre gana la realidad. Incluso los sueños se convierten en realidad, y hoy muchos de mis sueños se han hecho realidad, y han dejado de interesarme.
Hoy debe empezar un Fruitman nuevo, un Fruitman reloaded. Será un Fruitman mucho más triste, pero también más real. Un Fruitman que ya no irá por el mundo riéndose de todo, bromeando contínuamente, buscando los significados más divertidos para las palabras más aburridas. Era esta una máscara que me quito, estoy hasta los huevos de hacer reír para acabar llorando un domingo por la tarde, en soledad, frente al ordenador, odiando a quién me ama y amando a quién me odia.
Será un Fruitman que dejará de buscar en los sueños lo que la realidad no le ofrece, y empezará a buscar en la realidad la materia prima de los sueños.

Y con este post, dejo de publicar en el blog durante un tiempo indefinido. Las palabras han dejado ya de interesarme, y estoy triste por ello, muy triste. Pero creo que me ayudará a ser más sincero conmigo mismo.

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