Tampoco trabajé esta tarde. No se cómo, se hizo tarde, y ya no hice nada. Cansancio, otra vez, y otra vez lo dejo para mañana... en fin, no quiero lloriquear, que no sirve de nada.
Volvíamos por la tarde en el tren con -j, y estuvimos hablando de mujeres y de amor, así de hombre a hombre, aprovechando la ausencia de nuestra pequeña musa :) Es divertido hablar en un tren, porque a veces giras la cabeza y ves que el tipo de al lado está totalmente metido en la conversación, escuchando para combatir el aburrimiento del traqueteo y las estaciones. A mi me encanta escuchar conversaciones en el tren, y más de una vez me han pillado con caras poco discretas. Pero poco me importa: son gajes del oficio de espía de vidas ajenas, un oficio que me fascina como ningún otro.
En fin, hemos hablado de amor y mujeres, que vienen a ser lo mismo, y creo que básicamente coincidíamos. En un momento de la conversación, -j ha apuntado que quizás lo que tengo es miedo a la soledad. He contestado que esa es una de las razones del amor, quizás la más importante. Los amigos siempre están ahí, pero con un amigo no puede crearse lo único que para mí merece la pena, lo único que confirma que no es todo soledad: vida.
En fin, me voy a dormir que hoy he puesto sábanas limpias, y la sensación de estirarse sobre unas sábanas limpias y bien planchadas no puede desperdiciarse. Buenas noches, y dejen algún comentario, por favor, las chicas del fondo, que ya que no escriben en sus respectivos diarios, como mínimo que se prodiguen por estos lares. Un beso a las dos a la vez, que es una idea que se me acaba de ocurrir pero que no consigo concretar muy bien en imágenes, aunque podría ser algo tremendo, muy práctico y muy educativo :)
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