domingo, 19 de febrero de 2006

La personalidad de la web

Yo creo que el éxito de los blogs reside en la capacidad que tienen de crear un discurso, un diálogo con los usuarios. Es algo de lo que carecen la mayoría de webs: cada vez me cuesta más entretenerme en webs, excepto con los blogs. Un blog es una personalidad, y al fin y al cabo eso es lo que gusta descubrir: personalidades, puntos de vista, sensaciones.

Leo periódicamente 6 o 7 blogs: tres amigas que conozco, otra amiga virtual, un amigo del alma, otro amigo del alma, un tipo que publica unas fotos eróticas preciosas, otros que hablan de cine (de la vida) con un cachondeo finísimo.

Falta personalidad en el diseño web. Hay buenas ideas, pero falla una manera de comunicar con gran personalidad, que nos invite a perder el tiempo, que nos absorba de manera transparente, sencilla, lógica.

Y esto es lo más difícil. En primer lugar, porque cuesta mucho dar con la combinación adecuada; requiere tiempo sin resultados inmediatos, requiere riesgos muchas veces fallidos. En segundo lugar, porque la lógica empresarial impide la creación libre que mencionaba antes.

Las mentes ejecutivas, de negocios, se centran en los números a corto plazo, y los números a corto plazo son enemigos directos de la creatividad. Cuando el creativo debe pasar la mayor parte de su tiempo convenciendo a estúpidos ejecutivos del valor de su creación, cuando eso sucede, la creatividad se esfuma, nunca llega a desarrollarse plenamente.

Y bueno, voy bien fumado (sí, Ingrid, me van a salir unos análisis que o me meten a director general y el pobre hombre del bmw se queda en el paro, o me dicen "chaval, no hay sitio para los yonkis tan heavys como tú en esta empresa" y me quedo en la calle y resulta que entonces a lo mejor sí que empiezo a trabajar de verdad, y no hago más tablas de excel que porros me fumo en un dia, y los business plan en power point se los pueden meter por donde les quepan, que aquí pensaremos primero con el lápiz y la pantalla será sólo un medio... y no trabajaremos para los clientes porque los clientes querrán trabajar con nosotros, y nosotros con ellos, y será difícil diferenciar al uno del otro, y por eso, por eso, no nos inventaremos tarifas interminables para listados interminables de productos ficticios que los mediocres crean cuando no saben de dónde sacar ingresos... porque para eso existen las variaciones de productos sobre un mismo tema: para justificar la mediocridad, porque el mediocre cree que sumando 5 productos distintos y medianamente perfectos obtiene algo igual que un producto perfecto)

Y joder, vaya paréntesis largo me ha salido: pero toda la culpa es de Ingrid, por sus comentarios paranoicos acerca de los análisis de sangre de la empresa de esta semana, y mi adicción a las drogas ilegales.

Pero ser un fumeta a veces ayuda. Un porro, como un buen rato de sexo, te quita muchas manías de encima, te ayuda a apreciar más lo absurdo de la felicidad, de la existencia. Cuando vas fumado los números no te excitan: y eso es bueno, muy bueno. Que los números no te exciten es la primera regla para llegar a ser, y a tener. Y algo parecido creo que les voy a explicar mañana a mis alumnas.

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