miércoles, 4 de enero de 2006

Hablando

Estos últimos días me he sometido a un intenso debate conmigo mismo. También he fumado muchos porros, y cigarrillos, y he dormido mucho. En el sofá, estirado, sentado, en la cama, mucho. Poco a poco, he ido hablando con mis amigos y amigas. A medida que iba conociéndome un poco más, era capaz también de intentar dejarme conocer, y de conocer otras realidades.
Ana y Kelly fueron mis confidentes femeninas. Es curioso porque, siendo tan diferentes, las dos me aconsejaron lo mismo: arriésgate, sólo así podrás convencerte.
Me gustó ese café con leche en un bar cutre pero cargado de recuerdos, y me gustó también verme en la Fnac preguntando por la Bella y la Bestia. Nunca pensé que preguntaría cosa semejante en la Fnac, pero ya ves, Anita, luego miramos los calendarios de Babar y de Teo y tampoco eso lo había hecho nunca :)
Tuve también un chateo rápido con Javi; me gustó saber que se había identificado con mi post de fin de año, me gustó verle, es una impresión, un poco más optimista.
Tuvimos también un té con sabor a clara con Torjman, el Torjman locuaz de siempre. Y Landiman, que no supo preguntarme la pregunta que debería hacerme. Quizás el silencio fue la mejor respuesta.
Sé que muchos habréis leído este blog, y habréis pensado que ando mal. Bueno, yo creo que no. Yo creo que es un proceso que de vez en cuando conviene llevar a cabo. Hoy he vuelto a sentirme, esta noche, con fuerzas. Quizás la vida tiene un sentido. Hablar y sentirse querido es un primer paso.

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